Más allá de los interesantes detalles constructivos que tiene esta puerta, conformada por Dovelas en piedra y en Arco de Medio Punto, con un estilo Románico simple al tiempo que agradable, me impactó e hizo que me detuviese para admirarla y contemplarla detenidamente uno que llevó mi mirada directamente hacia él, justo sobre el número 11.
Se trataba de una Salamanquesa tallada, o bien realizada por algún Alfarero y después colocada sobre la construcción.
Pequeño detalle, lujo para los sentidos. Mientras algunos bárbaros sin principios andan matando a estos pequeños y beneficiosos animalitos; otros están por la labor de plasmar e inmortalizar su presencia aunque sea al más puro estilo de épocas pasadas, por medio de la escultura.
Sin duda en los dinteles de las puertas de este antiguo y conocido pueblo medieval, Medinaceli para más señas, en sus serenas noches de verano las Salamanquesas andarán dando cuenta de cuantos insectos queden a su alcance, contribuyendo de esta manera al equilibrio natural de la vida.
Casualmente el pasado mes de mayo publiqué en el anterior artículo a este un relato sobre una Salamanquesa, ahora de vuelta desde Zaragoza para Málaga, me detuve en Medinaceli con la intención de visitar el pueblo viejo y hacer alguna foto y ahí encontré este detalle que me cautivó, precisamente porque recordé mi anterior artículo y porque soy amante de la naturaleza y los animales.
Quien mandó construir esa puerta, con ese detalle, seguro que debía tener una sensibilidad un tanto especial, ojalá hubiese mucha más gente así.
Pequeño detalle, lujo para los sentidos. Mientras algunos bárbaros sin principios andan matando a estos pequeños y beneficiosos animalitos; otros están por la labor de plasmar e inmortalizar su presencia aunque sea al más puro estilo de épocas pasadas, por medio de la escultura.
Sin duda en los dinteles de las puertas de este antiguo y conocido pueblo medieval, Medinaceli para más señas, en sus serenas noches de verano las Salamanquesas andarán dando cuenta de cuantos insectos queden a su alcance, contribuyendo de esta manera al equilibrio natural de la vida.
Casualmente el pasado mes de mayo publiqué en el anterior artículo a este un relato sobre una Salamanquesa, ahora de vuelta desde Zaragoza para Málaga, me detuve en Medinaceli con la intención de visitar el pueblo viejo y hacer alguna foto y ahí encontré este detalle que me cautivó, precisamente porque recordé mi anterior artículo y porque soy amante de la naturaleza y los animales.
Quien mandó construir esa puerta, con ese detalle, seguro que debía tener una sensibilidad un tanto especial, ojalá hubiese mucha más gente así.
1 comentario:
Me alegro de tu vuelta. Siempre es un placer ver buenas fotos y sus correspondientes comentarios. Los maestros canteros solían colocar una piedra con un relieve como firma y ese posiblemente sea el origen de esa salamanquesa. La famosa calavera con la rana de la fachada de la Universidad de Salamanca tiene ese origen. Y el último cantero que restauró la catedral de esa misma ciudad puso un astronauta. Bienvenido
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