sábado, 21 de febrero de 2009

Escenas de amor

Cuando pensamos en el amor, en escenas suaves, tiernas, envolventes, siempre se nos va la mente para aquello que despierta nuestros sentidos, generalmente si nuestro pensamiento está en ese amor dulce, limpio y sereno, es como referencia casi instantánea, a priori incluso, la imagen de una bella flor, la cara de esa persona que tanto nos atrae, etc., pero… ¿qué ocurre cuando esa escena nos la encontramos entre dos Babosas?, ¡alto ahí!, tan sólo la palabra babosa, ya nos echa hacia atrás, ¿babosas? ¡qué asco!, esta es seguramente la reacción automática de una inmensa mayoría de nosotros.

Pues bien, oteando una lomita cerca de una pequeña cañada, en busca de orquídeas para fotografiar, me topé precisamente con dos Babosas terrestres (Arion ater), estaban en una extraña postura y con una aptitud un tanto peculiar; me detuve y observé durante un rato para después colocar el trípode en posición y ajustar la cámara a fin de tomar unos macros de las susodichas Babosas. Durante los primeros minutos, mientras encuadraba, media la luz, etc. no fui muy consciente de aquel ritual, aquellos movimientos pausados, suaves, y aquellos leves toques de sus bocas la una sobre la otra.

Tras los primeros encuadres, las primeras tomas, al tiempo que observaba la intensidad de la luz y me iba fijando en el enfoque, también prestaba atención a esa situación tan curiosa, tan interesante y ¿Por qué no?, limpia, ¿es por ser babosas, lo que les hace sucias? ¿o desagradables?, son percepciones, simples formas de ver y entender como puro, limpio y bello, sólo lo nuestro. Aquella escena, me mantuvo al menos, diez minutos fotografiando primero, y observando detenidamente después. Qué curioso, que escena, una escena de amor, simple y llanamente eso, amor, esas dos criaturas estaban en su entorno, estaban en un recóndito lugar situado en un recodo del terreno y el único intruso, el que estaba de más allí, y además que nadie invitó, era yo. Un ser extraño que irrumpió en esa escena sin más, y que lo único que podía hacer era molestar y estorbar.

He de decir que tuve el máximo cuidado, que tomé algo así como treinta imágenes, que en ningún momento molesté ni alteré su relación y que además, después de la sesión de fotos, me quedé un momento más, sólo para observar y admirar aquella conducta y un apareamiento que antes no tuve la oportunidad de ver. No me pareció en absoluto repulsivo, todo lo contrario, me parecía bastante más limpio que lo que muchos de nosotros hacemos en más de una ocasión.

domingo, 8 de febrero de 2009

Salida a La Sauceda

En las galerías de Flora, Varios, Paisaje y Compañeros, subiré fotos de la Salida a La Sauceda. Una salida, que nuevamente y como en tantas otras ocasiones se la debo; se la debemos todos los compañeros de Afonama, a Vicente, compañero de asociación y que después de años de experiencia en la naturaleza, en bastantes campos distintos, escalada, espeleología, senderismo, y como no, fotografía de naturaleza, donde aparte de tener especialidad en paisajismo, domina otras técnicas, tanto de fotografía nocturna como otras.

Gracias a sus conocimientos del entorno y medio de la naturaleza, nos ha acompañado y guiado en multitud de salidas a lugares distintos de nuestra geografía y no hablo sólo de Andalucía, también de otros puntos del norte de España.

Seguiré haciendo referencia a su nombre y repitiendo mi agradecimiento cada vez que suba o publique un artículo que tenga referencia a trabajos que son y se producen gracias a su colaboración y su desinteresada aportación, por una razón bien sencilla, es lo que durante bastante tiempo he intentado, colaborando con los compañeros, ayudar a los otros con los conocimientos que tengo a mi alcance, y esto es precisamente lo que este compañero, Vicente Javier Fernández Gallego, llevo viéndole hacer desde que le conozco.

En el apartado de Editores, tengo subido un artículo sobre esta salida y algunas de las fotos a las que hago referencia.

martes, 3 de febrero de 2009

Narcisos

En función del “cerro” de agua que estamos teniendo este año y tal como se están viendo los campos, es posible que si la cosa no se fastidia, tengamos una primavera exuberante en flora e insectos y con una inmensa frondosidad.

Esto nos dará buenas oportunidades para andar correteando por esos campos de Dios rebuscando orquídeas, lirios, narcisos y un sin fin de otras plantas interesantes que acompañadas de sus respectivos bichitos, nos harán ponernos como niños con su juguete nuevo, intentado “afotarlo” todo.

Mientras se va apaciguando el tiempo, o al menos eso esperamos, de vez en cuando habrá que retratar, a los primeros en aparecer. Así que aquí dejo estos primeros Narcisos.